La madrugada de este lunes 23 de noviembre, a solicitud de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), elementos de la Guardia Nacional, apoyados por la policía estatal y municipal, desalojaron el plantón que habitantes de San Pedro Apatlaco, Morelos, sostenían para evitar la finalización del acueducto con que se pretende conectar el río Cuautla con la termoeléctrica de Huexca. En ese sentido, el plantón de Apatlaco era el frente que evitaba la culminación del Proyecto Integral Morelos (PIM), consistente en dos termoeléctricas de ciclo combinado, un gasoducto de 160 kilómetros que atraviesa zona de riesgo volcánico y un acueducto de 12 kilómetros. Tal acto de represión es parte de la imposición del PIM, heredado por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador de las administraciones neoliberales anteriores como megaproyecto insignia, junto con el “Tren Maya” y el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, entre otros. Así pues, inmediatamente después del desalojo, las fuerzas represivas instalaron un cerco tras el cual ya se continúan las obras del acueducto, a pesar de los amparos en curso interpuestos por las y los campesinos y habitantes de la localidad.
El PIM atenta contra la calidad de vida, salud, seguridad alimentaria y abastecimiento de agua para consumo agrícola y humano, desequilibrando el ecosistema más importante de la región, sostenido por el Río Cuautla. Cabe añadir que las termoeléctricas tirarían aguas residuales con metales pesados y demás contaminantes directamente al río, acidificando el agua, reduciendo la biodiversidad y provocando enfermedades en los pueblos y comunidades circundantes. Este megaproyecto está orientado al interés de propietarios industriales, para quienes se construye la infraestructura hídrica y energética a costa del despojo y destrucción del territorio de miles de personas de Morelos, Puebla y Tlaxcala. La saña y revanchismo de los promotores del PIM es tal que, en febrero de 2019, asesinaron al dirigente opositor Samir Flores Soberanes, activista integrante de la Asamblea Permanente de los Pueblos de Morelos y del Congreso Nacional Indígena, además de que han impulsado constantemente el uso de la fuerza pública en contra de las comunidades organizadas.
Lo acontecido en San Pedro Apatlaco revela nuevamente la cara represiva de la “Cuarta Transformación”, misma que también se mostró el día de ayer cuando, también a solicitud de la CFE, la Guardia Nacional desalojó violentamente y detuvo a seis integrantes del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), quienes hacían guardia en la subestación Huachinango, Zacamila, en la Sierra Norte de Puebla. Los smeitas reclaman dicho centro de trabajo como parte de su lucha por la reinserción laboral, ante lo cual se han enfrentado a una dura campaña de criminalización impulsada por el echeverrista Manuel Bartlett Díaz, director de la CFE, así como a la violación de la autonomía y democracia sindical por parte de Andres Manuel López Obrador y grupos de esquiroles que apelan a la intervención gubernamental en el SME.
Desde Ciencia para el Pueblo nos solidarizamos con la lucha de las comunidades opositoras al PIM, por lo que exigimos tanto el cese de las obras como el retiro inmediato de la Guardia Nacional y policías. Igualmente nos solidarizamos con el SME, por lo que exigimos la inmediata liberación de los detenidos, el cese a la intromisión del gobierno en la vida interna del sindicato y la reinserción laboral de las y los electricistas de la resistencia. Es indispensable que forjemos vínculos de apoyo mutuo entre las luchas por la justicia social y la defensa del territorio, por lo que llamamos a hacer eco de todas las iniciativas de movilización y organización con las que podamos coincidir en la acción.
Fraternalmente:
Ciencia para el Pueblo – México