Traducción al español: Ciencia para el Pueblo – México
En 1971 y 1972 se publicaron dos de los libros más importantes del siglo XX, los cuales han marcado una enorme diferencia en la academia y el activismo. En 1971 Eduardo Galeano, un periodista y escritor uruguayo, publicó “Venas abiertas de América Latina: cinco siglos de el saqueo de un continente”, el cual se ha vendido en más de un millón de copias y ha sido traducido a más de una docena de idiomas. El siguiente año se publicó el libro “Cómo Europa subdesarrolló a África” de Walter Rodney, el cual adoptó un enfoque similar, analizando la historia de la esclavitud y colonialismo en África. Al igual que Galeano, examinó cómo un continente fue rechazado – «subdesarrollado» – por la ocupación y el control económico europeo. En este texto, Brian M. Napoletano, Héctor Ignacio Martínez Alvarez y Pedro S. Urquijo analizan nuevamente las Venas abiertas de América Latina de Galeano y próximamente se examinará el contexto y el contenido de la obra maestra de Rodney de 1972.
Brian M. Napoletano, Héctor Ignacio Martínez Alvarez and Pedro S. Urquijo
Al leer las Venas abiertas de América Latina, uno no puede sino apreciar el estilo casi poético de Eduardo Galeano (expresado acertadamente en la traducción al inglés de Cedric Belfrage) y su genuina pasión por narrar lo que podría llamarse una tragedia optimista: la tragedia es el sufrimiento que ha padecido América Latina; el optimismo está en el reconocimiento de que éste no es el destino natural o inevitable de la región, sino que se le ha impuesto a través de su sometimiento al sistema capitalista y, por lo tanto, es capaz de cambiar, aunque no sin un esfuerzo concertado y riesgos considerables. Para comprender lo que subyace a la pasión de Galeano, es útil consultar una breve nota que aparece al comienzo de las ediciones posteriores en español:
Escribí Las venas para difundir ideas ajenas y experiencias propias que puedan, de manera auténtica, ayudarnos un poco a aclarar preguntas que nos han perseguido eternamente: ¿Es América Latina una región del mundo destinada a sufrir humillaciones y pobreza? ¿Destinado por quién? ¿Es culpa de Dios? ¿Es culpa de la naturaleza? ¿No es su miseria un producto de la historia que, al ser hecha por humanos, puede por lo tanto ser deshecha por los humanos?
Este libro fue escrito con la intención de transmitir ciertos hechos que la historia oficial, la historia contada por los vencedores, esconde o tergiversa. Soy consciente de que podría considerarse un sacrilegio que este libro de texto trate la economía política al estilo de una historia de amor o una novela pirata.
No veo vanidad en mi alegría de descubrir que con el paso del tiempo, Las venas no ha sido un libro mudo.
En el último capítulo, donde se profundiza en el contenido de esta nota, Galeano pasó a explicar que:
Venas abiertas busca retratar el pasado como algo que siempre es convocado por el presente, un recuerdo vivo de nuestro día. Es una búsqueda de claves en la historia que ayuden a explicar nuestro tiempo, un tiempo que también hace historia, sobre la base de que la primera condición para cambiar la realidad es comprenderla.
Juntos, estos dos extractos expresan sucintamente la tesis principal de Galeano, la poderosa narrativa en la que la presenta y su intención final y, aunque señala que “Las Venas no ha sido un libro silencioso”, posiblemente subestima cuán profundo ha sido su impacto. En muchos sentidos, Venas abiertas puede verse como un manifiesto de un período intenso de lucha social y revolucionaria en la historia de América Latina, marcado por un lado por la Revolución Cubana y por el otro por el golpe de Estado de Pinochet el 11 de septiembre de 1973 en Chile, lo que marcó el inicio de otra ola de terror renovado e intervención imperial en la región. Escribiendo en un momento en que la elección entre más miseria y revolución estaba llegando a un punto crítico en muchos lugares, Galeano trató de hacer que el pasado de América Latina fuera comprensible para su gente de una manera que los ayudara a reconocer su lugar en el sistema capitalista global y alentara la tradición de rebelión, insurrección y revolución de la región para construir un nuevo futuro.
Pese a los intentos de ahogar esta lucha en sangre, cincuenta años después la esperanza de tal futuro se vuelve a ver en las luchas de toda la región, desde las luchas de los trabajadores de las maquiladoras del norte de México contra el “despotismo de las empresas” por continuar sacrificando trabajadores a COVID-19, hasta los manifestantes que inundaron las calles de las ciudades de Chile antes del referéndum del 25 de octubre de 2020 para reemplazar la constitución instalada bajo Pinochet. Es a través de las “ideas de otros” que Galeano buscó difundir, con dependencia teórica, la tesis del colonialismo interno y las ideas de liberación nacional, especialmente en las formas propuestas por André Gunder Frank, José Carlos Mariátegui y otros en América Latina y el Monthly Review school, que incluyen a Samir Amin, Paul Baran y Paul Sweezy. Además de difundir estas ideas por toda América Latina, Galeano ayudó a llevar ideas y conceptos latinoamericanos al resto del mundo.
En Venas abiertas, Galeano comienza la historia de la dependencia de América Latina con la Conquista. Relata cómo a través de una combinación de ventajas tecnológicas (especialmente en los medios de violencia y destrucción), estrategias de invasión, un arsenal de patógenos mortales portados por los europeos y una sed de sangre sin igual, los conquistadores destruyeron las civilizaciones existentes de América y se apoderaron de las riquezas de América Latina y África para emprender su propio desarrollo. En términos más simples, Europa (y más tarde América del Norte) no se desarrolló (y aún no continúa desarrollándose) más rápido que América Latina, sino a expensas de ésta. En términos de Galeano, «el subdesarrollo latinoamericano no es una etapa en el camino hacia el desarrollo, sino la contraparte del desarrollo de otros lugares». [1]
América Latina fue arrastrada por la fuerza a la esfera del capitalismo global, pero el marco colonial que se le impuso, muy diferente al de las 13 colonias del norte, impidió el desarrollo de una industria significativa dentro de la región y dividió la agricultura entre vastas e ineficientes haciendas conocidas como latifundios. América Latina sirvió, y sigue sirviendo, en una posición subordinada como fuente de materias primas y mercado de productos manufacturados. El relato de Galeano comienza con las formas en que los recursos de América Latina fueron saqueados a través del colonialismo directo, y luego cambia lentamente el enfoque hacia los mecanismos contemporáneos que logran el mismo tipo de saqueo pero en una forma diferente.
Con la Conquista, se estableció una estructura colonial al servicio de la aristocracia española y portuguesa, generando un saqueo de oro y plata en América Latina, que se desperdició en importaciones de lujo (arruinando así sus propias industrias) e, irónicamente, en intentos de defender su orden feudal decrépito contra los mismos capitalistas industriales de Europa que financiaban con los metales latinoamericanos. Los suelos fértiles de América Latina también fueron expropiados y convertidos en latifundios (y en menor medida minifundios), para abastecer a Europa y luego a Estados Unidos de materias primas como el algodón, azúcar, caucho y otros productos básicos, al tiempo que éstos abastecían a la mayoría de los habitantes de la región con hambre y pobreza. De acuerdo con Galeano, las 13 colonias originales de América del Norte, por el contrario, tenían el beneficio de no ser importantes para Europa, en el sentido de que inicialmente no produjeron nada que sus propios suelos no pudieran cultivar, o que no pudieran obtener por un menor precio de América Latina. En cuanto al subsuelo, Galeano también describe cómo fue, y sigue siendo, saqueado para proporcionar a Europa y EE. UU. minerales clave (y guano, una fuente principal de fertilizante antes del desarrollo de nitratos sintéticos después de la Primera Guerra Mundial) como como el estaño, cobre e hierro utilizados en la manufactura y, por supuesto, el importantísimo petróleo del que depende el capitalismo de combustibles fósiles.
Cuando las naciones latinoamericanas finalmente comenzaron a obtener la independencia nominal (política) a mediados del siglo XIX, varias naciones europeas y América del Norte ya habían desarrollado gran parte de sus industrias a expensas de América Latina y África, lo que permitió que las primeras se abastecieran con productos básicos, socavando gran parte de la poca industria nacional que se había logrado arraigar, bajo la doctrina del «libre» comercio, que con frecuencia estaba respaldada por la violencia imperial. Las nuevas burguesías nacionales y las industrias extranjeras mantuvieron arreglos socioeconómicos, como los latifundios, heredados del dominio colonial directo y reprimieron voluntariamente la industria nacional. Esto impidió que la región destinara sus recursos al desarrollo industrial interno y cualquier grado significativo de liberación. A lo largo de su libro, Galeano enfatiza repetidamente la complicidad de las burguesías nacionales, o lo que Gunder Frank llamó la lumpen burguesía de América Latina, cuyo interés es mantener la posición subordinada de América Latina.
Bajo el imperialismo estadounidense después de la Segunda Guerra Mundial, la represión del desarrollo industrial en América Latina pareció terminar y la propia industria estadounidense comenzó a invertir en la región. Sin embargo, Galeano argumenta que esto fue en gran medida otra mutación más en los mecanismos de dependencia, ya que esencialmente colocó la industrialización en manos de capitales estadounidenses y extranjeros. Esto parece aún más evidente en el siglo XXI, cuando dicha industrialización se ha convertido en cadenas globales de productos básicos que permiten que el capital financiero monopolista aproveche la abundante oferta de mano de obra barata de América Latina mientras extrae excedentes masivos (ver Cadenas de valor, 2019, de Intan Suwandi e Imperialismo en el siglo XXI, 2016, de John Smith, ambos publicados por Monthly Review Press de Nueva York). En la cumbre de esto, se encuentra la penetración de capital financiero a través de la proliferación de bancos (principalmente estadounidenses) e instituciones financieras similares en toda la región, y el sangrado a largo plazo de las economías nacionales a través de deudas onerosas, lo que ha consolidado aún más el control del capital extranjero sobre la región.
Igualmente importante para esta narrativa es la contra narrativa del relato de Galeano. Es decir, la tradición de resistencia, rebelión y revolución antes mencionada, así como la búsqueda constante de otras formas de organización social. Aunque a menudo se enfrenta a una violencia abrumadora (casi siempre con la ayuda del imperio), América Latina sigue siendo un terreno fértil para el crecimiento y la propagación de tales esfuerzos y movimientos.
Cincuenta años después, la narrativa histórica de Galeano continúa hablando al presente, incluso cuando el neoliberalismo que recién estaba emergiendo ha devastado la región. Por un lado, los legados coloniales de minas vaciadas, bosques arrasados, suelos devastados y pueblos aterrorizados aún abundan y se multiplican en América Latina, así como persiste el principio básico del desarrollo desigual. De hecho, cuando un órgano prominente del imperio declara que las vidas en el Sur deben ser sacrificadas a la COVID-19 para proteger las cadenas de productos que alimentan a los capitalistas del Norte, los contornos básicos del imperialismo y el colonialismo que describió Galeano parecen difíciles de negar. [ 2] Por otro lado, la lucha y la resistencia también continúan en toda la región, incluso frente al neofascismo, donde encontramos como ejemplo las luchas de los campesinos desposeídos, los movimientos indígenas por la autonomía y la autodeterminación que exigen cambios políticos y económicos de gran alcance, así como la reciente explosión de demandas de dignidad e igualdad por parte de las mujeres.
[1] Eduardo Galeano, Open Veins of Latin America, Traducido por Cedric Belfrage (Serpent’s Tail, 2009), pp. 368−369. [2] Hacemos referencia a la pieza del 10 de Abril del 2020 piece en Foreign Policy por Ahmed Mushfiq Mobarak y Zachary Barnett-Howell, titulada “‘Poor countries need to think twice about social distancing”. En particular, Donald Trump, el presidente de los Estados Unidos, Boris Johnson, el primer ministro británico, Jair Bolsonaro, el presidente brasileño y muchos otros miembros de la burguesía imperial y subimperial del mundo, en su disposición a asesinar a sus trabajadoras del hogar y a las que cruzan las fronteras, en general han confirmado la opinión de Galeano, observaciones sobre el colonialismo interno.
La madrugada de este lunes 23 de noviembre, a solicitud de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), elementos de la Guardia Nacional, apoyados por la policía estatal y municipal, desalojaron el plantón que habitantes de San Pedro Apatlaco, Morelos, sostenían para evitar la finalización del acueducto con que se pretende conectar el río Cuautla con la termoeléctrica de Huexca. En ese sentido, el plantón de Apatlaco era el frente que evitaba la culminación del Proyecto Integral Morelos (PIM), consistente en dos termoeléctricas de ciclo combinado, un gasoducto de 160 kilómetros que atraviesa zona de riesgo volcánico y un acueducto de 12 kilómetros. Tal acto de represión es parte de la imposición del PIM, heredado por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador de las administraciones neoliberales anteriores como megaproyecto insignia, junto con el “Tren Maya” y el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, entre otros. Así pues, inmediatamente después del desalojo, las fuerzas represivas instalaron un cerco tras el cual ya se continúan las obras del acueducto, a pesar de los amparos en curso interpuestos por las y los campesinos y habitantes de la localidad.
El PIM atenta contra la calidad de vida, salud, seguridad alimentaria y abastecimiento de agua para consumo agrícola y humano, desequilibrando el ecosistema más importante de la región, sostenido por el Río Cuautla. Cabe añadir que las termoeléctricas tirarían aguas residuales con metales pesados y demás contaminantes directamente al río, acidificando el agua, reduciendo la biodiversidad y provocando enfermedades en los pueblos y comunidades circundantes. Este megaproyecto está orientado al interés de propietarios industriales, para quienes se construye la infraestructura hídrica y energética a costa del despojo y destrucción del territorio de miles de personas de Morelos, Puebla y Tlaxcala. La saña y revanchismo de los promotores del PIM es tal que, en febrero de 2019, asesinaron al dirigente opositor Samir Flores Soberanes, activista integrante de la Asamblea Permanente de los Pueblos de Morelos y del Congreso Nacional Indígena, además de que han impulsado constantemente el uso de la fuerza pública en contra de las comunidades organizadas.
Lo acontecido en San Pedro Apatlaco revela nuevamente la cara represiva de la “Cuarta Transformación”, misma que también se mostró el día de ayer cuando, también a solicitud de la CFE, la Guardia Nacional desalojó violentamente y detuvo a seis integrantes del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), quienes hacían guardia en la subestación Huachinango, Zacamila, en la Sierra Norte de Puebla. Los smeitas reclaman dicho centro de trabajo como parte de su lucha por la reinserción laboral, ante lo cual se han enfrentado a una dura campaña de criminalización impulsada por el echeverrista Manuel Bartlett Díaz, director de la CFE, así como a la violación de la autonomía y democracia sindical por parte de Andres Manuel López Obrador y grupos de esquiroles que apelan a la intervención gubernamental en el SME.
Desde Ciencia para el Pueblo nos solidarizamos con la lucha de las comunidades opositoras al PIM, por lo que exigimos tanto el cese de las obras como el retiro inmediato de la Guardia Nacional y policías. Igualmente nos solidarizamos con el SME, por lo que exigimos la inmediata liberación de los detenidos, el cese a la intromisión del gobierno en la vida interna del sindicato y la reinserción laboral de las y los electricistas de la resistencia. Es indispensable que forjemos vínculos de apoyo mutuo entre las luchas por la justicia social y la defensa del territorio, por lo que llamamos a hacer eco de todas las iniciativas de movilización y organización con las que podamos coincidir en la acción.
Localización del «sistema Ambiental Regional» (SAR; color naranja) con respecto a la vía ferroviaria del Proyecto «Tren Maya Fase 1». Fuente: MIA-R del proyecto denominado “Tren Maya Fase 1”
Invitamos a las comunidades y al pueblo trabajador en general a analizar y hacer eco de estas y otras observaciones críticas.
La comunidad científica, organizaciones de la sociedad civil y la sociedad mexicana en general tenemos una profunda consternación y preocupación por las noticias y anuncios oficiales, en diversos medios de comunicación locales y nacionales, sobre la ampliación del Puerto de Manzanillo en el vaso II de la Laguna de Cuyutlán en Manzanillo, Colima, promovida por los intereses empresariales de la Administración Portuaria Integral de Manzanillo, S.A. de C.V. (API). De acuerdo con diversos documentos obtenidos a través de solicitudes de acceso a la información, este proyecto contempla construir un puerto lacustre para el ingreso de embarcaciones de alto calado, nacionales e internacionales, así como habilitar un patio regulador de transporte, terminales enfocadas al manejo de granel agrícola y mineral, contenedores e hidrocarburos, establecimiento de autoridades como APIMAN, SEMAR y CUMAR-CCTM e instalaciones aduaneras (1).
Consideramos que las etapas de dragado intensivo, construcción y operación de dicha obra, en una superficie prevista de 1,800 hectáreas (2), provocaría un deterioro irreversible para el equilibrio ecológico y los recursos naturales, no sólo del sistema lagunar sino también de los ecosistemas adyacentes: selvas bajas caducifolias, dunas, arrecifes de coral y pastos marinos. Ante dichas afectaciones, ninguna medida de mitigación o compensación evitaría la pérdida de biodiversidad ni la consecuente reducción de servicios ecosistémicos necesarios para el bienestar de los habitantes de la región en el largo plazo.
Estas consideraciones guardan similitud con las RESTRICCIONES AMBIENTALES señaladas dentro del ESTUDIO AMBIENTAL contemplado en el documento del proyecto denominado “Ampliación del Puerto de Manzanillo Vaso II de la Laguna de Cuyutlán” (págs. 122-124), que citan textualmente (1):
● Cambio de uso de suelo, pérdida de especies de flora
“Las diversas configuraciones de las alternativas propuestas inciden de diferente manera sobre los ecosistemas terrestres y de transición en el Vaso II, por lo que se valora la pérdida de masas forestales (selva baja caducifolia, manglar y duna costera) por remoción de vegetación, que provocará un alto grado de fragmentación del hábitat, el cual brinda refugio a especies silvestres que requieren de provisión de alimento, sin menoscabar la disminución de los múltiples beneficios que conlleva el ecosistema como la fijación de carbono, regeneración de germoplasma, estabilización de sedimentos, protección del litoral, entre otros”.
● Pérdida de la biodiversidad de la fauna
“Los principales impactos asociados a este punto son la modificación en los patrones de distribución de las aves migratorias y otras especies, la extracción y mortandad de fauna a causa de la intrusión de agentes externos como la fragmentación del ecosistema, el exceso de ruido o partículas atmosféricas contaminantes, el incremento en residuos sólidos y el aumento de riesgo de derrames de hidrocarburos y químicos, principalmente en la etapa de preparación del sitio y construcción del nuevo puerto.
Por su parte, en la parte de operación del puerto, debido al continuo paso que se espera de buques de gran calado al interior de la laguna, es posible que se vulneren, mutilen o mueran organismos acuáticos (tortugas, cocodrilos, etc.) así como espacios de anidación de tortugas marinas y de reposo para aves migratorias”.
● Aumento de sólidos suspendidos
“Como consecuencia de la gran cantidad de sedimentos que se tendrán que dragar para alcanzar una profundidad funcional se prevé en el Vaso II un aumento significativo de los sólidos suspendidos. Asimismo, se espera un incremento del riesgo de aporte de metales pesados, grasas, aceites, solventes y combustibles que, junto con los sólidos suspendidos modificarán la fisicoquímica actual de la laguna, rebasando su capacidad de resiliencia”.
Los manglares son uno de los bosques con mayor fijación de dióxido de carbono (CO2), además de que sirven como barreras que protegen a las poblaciones costeras de los peligros ocasionados por huracanes y ciclones (3), fenómenos cuya intensidad y frecuencia se espera que aumenten conforme se agudice la crisis climática, la cual también traerá consigo un incremento en el nivel del mar que podría afectar a miles de personas en las costas del estado. En ese sentido, se ha planteado que la preservación, restauración, conservación, manejo y aprovechamiento sustentable de estos bosques a nivel global son estratégicas para amortiguar y contrarrestar los efectos adversos del cambio climático, lo cual está respaldado por tratados internacionales de los cuales México forma parte, como la Convención de Ramsar, el Acuerdo de París y la Agenda 2030, así como por las propias leyes y normas oficiales mexicanas (4).
Adicionalmente, los manglares cumplen con el servicio ecosistémico de fungir como guarderías para larvas de peces, crustáceos y moluscos de importancia comercial (3,5). Investigadores han estimado el costo de los bosques de manglar en términos de producción pesquera en $37,500 dólares por hectárea de manglar de franja (5). Por lo tanto su daño y eventual pérdida no sólo representa un perjuicio en términos de belleza escénica y ecológica, sino también económico a la población colimense y la de otros estados.
La Laguna de Cuyutlán es el cuerpo costero más extenso de la región central del Pacífico mexicano, comprendida entre Marismas Nacionales, en el estado de Nayarit, y el centro del estado de Guerrero, siendo el cuarto humedal costero más grande de nuestro país (6). Es por ello que conforma un ambiente con gran relevancia biológica, ya que se tienen registros de especies protegidas por la NOM 059-SEMARNAT-2010: 4 de mangle, 15 de reptiles, 28 aves, y 1 mamífero (7), entre otras comunidades bióticas a las que hay que añadir el fitoplancton, zooplancton y moluscos.
Es un importante área de anidación de al menos 25 especies de aves costeras, y se tienen registradas 61 especies migratorias que hacen uso del hábitat en la estación no reproductiva (8), razón por la que representa un trascendente corredor biológico para aves de la región del Pacífico Mexicano y un Área de Importancia para la Conservación de las Aves (6,8,9,11). Asimismo, se considera como un corredor biológico regional para diferentes organismos que, a gran escala, inicia en la Sierra de Manantlán y termina hasta la costa en la Laguna de Cuyutlán (10). Finalmente, es un punto vital en la Ruta Migratoria de Aves del Pacífico de las Américas, que se extiende desde el noroeste de Alaska hasta el sur de Chile (11).
Históricamente, los humedales costeros de Manzanillo (Laguna de San Pedrito, Laguna del Valle de las Garzas y Laguna de Cuyutlán) han sufrido un fuerte deterioro (13, 14,18) debido a la deficiente política ambiental aplicada durante las últimas administraciones, en las que se ha priorizado el crecimiento económico de grupos empresariales a costa del cuidado ambiental, generando un alarmante estado de vulnerabilidad para estos ecosistemas. Dichos procesos se han fraguado mediante la utilización de artilugios legales, falsas promesas de bienestar y desarrollo, opacidad, desinformación y nula participación de la sociedad; tal como ocurrió en la publicación del Decreto por el que se reformó el Programa de Ordenamiento Ecológico Territorial de la subcuenca Cuyutlán en el 2007 (12), promovido por el expresidente Felipe Calderón y el exgobernador Silverio Cavazos, en el que se cambió el uso de suelo de forestal a industrial pesado de alto impacto, por el cual se declara a la zona como recinto portuario. Dichas irregularidades legales han sido ampliamente cuestionadas y denunciadas por organizaciones ambientalistas, llegando a instancias internacionales como la Comisión para la Cooperación Ambiental en términos del Acuerdo de Cooperación Ambiental para América del Norte (ACAAN), radicandose el Expediente de Hechos relativo a la petición SEM-09-002 (15,16).
El sistema gubernamental de acceso a la información es deficiente, favoreciendo la opacidad, la desinformación y, en consecuencia, una mínima participación de la ciudadanía en la toma de decisiones, lo que a su vez facilita que autoridades y grupos empresariales cometan diversas irregularidades. Como principales deficiencias, resaltamos a) la poca promoción de los proyectos ingresados a la DGIRA SEMARNAT; b) el que su respectiva publicación en la Gaceta ecológica que no ofrezca un buscador modernizado; c) los mínimos requisitos para la publicación de solicitud de consulta pública por parte del promovente, que generalmente realiza en un medio impreso local de poca difusión y no por internet; y d) los reducidos tiempos en los que la población puede solicitar la consulta pública y cuyos requisitos no están claramente detallados en la LGEEPA. Estas dificultades se suman a las que enfrentan poblaciones indígenas y grupos vulnerables, muchos de quienes no tienen acceso a internet ni los conocimientos técnicos para acceder y llevar a cabo una defensa efectiva de su derecho humano y constitucional a un medio ambiente sano.
A su vez, el proyecto “Ampliación del puerto de Manzanillo Vaso II de la Laguna de Cuyutlán” contempla diversos proyectos complementarios, ampliando y agravando los impactos ambientales (1), siendo los principales 1) la modernización del tramo Colima-los Asmoles; 2) la modernización de la infraestructura carretera libramiento de Comala; 3) el Túnel Ferroviario Manzanillo; 4) la modernización y ampliación de la Carretera Pez-Vela-Jalipa; 5) la terminal especializada en contenedores (TEC-I) del Puerto de Manzanillo; 6) la terminal de usos múltiples (TUM) del puerto de Manzanillo; 7) el Libramiento Ferroviario; y 8) la terminal especializada en contenedores (TEC II) del puerto de Manzanillo.
Foto: AFP
Actualmente, en la Laguna de Cuyutlán ya se han llevado a cabo obras de infraestructura como la Termoeléctrica, la estación de Gas Z, el terraplén de ferrocarril entre los vasos I y II, torres de conducción eléctrica en el vaso I, la Terminal de Gas Natural Licuado de Manzanillo (TGNLM) y el gasoducto Manzanillo-Guadalajara. Éstos han provocado daños ambientales que han sido denunciados y advertidos por académicos y ambientalistas, tales como la alteración de la hidrodinámica lagunar, áreas de muerte de manglar, reducción de la productividad pesquera, posible afectación a las salineras y contaminación por derrames de hidrocarburos a nivel regional (8,13,14,15,16, 19). El pasado 10 de julio del 2020 se publicó en la Gaceta Ecológica el proyecto titulado “Ampliación del Patio de Tepalcates” del promovente FERROCARRIL MEXICANO, S.A. DE C.V., que contempla un patio para contenedores de carga en la barra de Cuyutlán vaso III, mismo que incidiría en áreas de selva baja caducifolia y duna costera.
El proyecto “Ampliación del puerto de Manzanillo Vaso II de la Laguna de Cuyutlán” requerirá una inversión de $33,258,785,895, los cuales serán aportados en un 13% por recursos de la API Manzanillo, 48% por recursos fiscales y 39% por inversión privada, de los que solamente $151,894,697 serán destinados para estudios de impacto, mitigación y compensación ambiental, pagados por el sector público. La vida útil de este proyecto se estima en sólo 25 años, con un horizonte de evaluación de 35 años. Sin embargo, los riesgos ambientales al modificar el ecosistema podrían generar daños irreversibles, cuyas medidas de compensación serían demasiado costosas, además de probablemente poco efectivas; como ocurriría con los azolves excesivos en canales y dársenas, además de la modificación en los regímenes de oleajes y corrientes que actualmente no se pueden prever y que provocarían problemas operativos (1). En este punto es importante reiterar que un proyecto de esta magnitud abonará a la actual crisis climática global y se enfrentará a fenómenos climáticos extremos,ante los cuales dejará vulnerable a la población e infraestructura al eliminar la protección que naturalmente brindan los bosques de manglar.
Ahora bien, el daño al equilibrio ecológico que se ha padecido en Manzanillo se ha llevado a cabo bajo la promesa vacía y recurrente de un bienestar basado únicamente en el crecimiento económico, sobre todo del sector privado, sin planificar integralmente los cambios ambientales, urbanos y demográficos en el largo plazo. En el caso de la presentación del proyecto Terminal de Gas Natural Licuado de Manzanillo (2006), el argumento por el cual se buscó esta aprobación fue la promesa de la disminución de emisiones contaminantes de la Termoeléctrica de Manzanillo, la cual sigue sin ser eficiente (17); mientras que para el proyecto de ampliación del Puerto de Manzanillo en 2004 (18), en la que se devastaron hectáreas de mangle de la Laguna de San Pedrito, se prometió la restauración y conservación de la Laguna del Valle de las Garzas. En ambos casos, la SEMARNAT impuso medidas preventivas, de mitigación y compensación a los sujetos obligados (Comisión Federal de Electricidad, Terminal KMS de GNL, S. de R.L. de C.V. y Administración Portuaria Integral de Manzanillo, S.A. de C.V., respectivamente). No obstante, éstas no han sido cumplidas eficientemente, por lo que se ha generado una situación de peligro ambiental en la que la inversión de cientos de millones de pesos no ha sido suficiente, demostrando la inviabilidad económica y ambiental de estos proyectos.
Así pues, las autoridades federales, estatales y municipales han sido omisas en el cumplimiento de sus obligaciones legales ambientales, previstas y sancionadas por ordenamientos nacionales e internacionales, incumpliendo con el mandato constitucional de garantizar nuestro derecho humano a un medio ambiente sano y a un desarrollo sostenible. Este panorama es peor aún si consideramos todas las problemáticas directas e indirectas que ha producido el Puerto de Manzanillo sobre la ciudad, tales como el aumento de la contaminación visual y atmosférica; el deterioro de la calidad del aire; los altos índices de inseguridad derivados de las disputas por el control del Puerto; los conflictos viales que han llegado a costar la vida de personas; el aumento en la población flotante, con la consecuente carencia de servicios y sobreexplotación de recursos; entre otras.
El proyecto de “Ampliación del Puerto de Manzanillo Vaso II de la Laguna de Cuyutlán” pretende ser justificado argumentando la necesidad de atender el incremento en el mercado internacional basado en importaciones y exportaciones. Esto se contrapone con la vocación turística de Manzanillo, otra fuente de ingresos económicos, ya que la ampliación portuaria incrementará el deterioro y mala imagen en la ciudad de Manzanillo. En ese sentido, nuevamente el documento “Ampliación del Puerto de Manzanillo Vaso II de la Laguna de Cuyutlán” (1) coincide con nuestras proyecciones, pues estipula, dentro del apartado de ESTUDIO SOCIAL, los siguientes factores de riesgo (págs. 125 y 126). Citamos:
● Deterioro de la salud humana
“La probabilidad del aumento en el deterioro de la salud se podría presentar a causa del incremento en la generación de emisiones de gases contaminantes derivado del continuo transporte de buques y camiones en la región, así como por el aumento en las descargas residuales”.
● Preocupación social por deterioro ambiental en la laguna
“De manera complementaria al impacto directo sobre la salud humana, existen varios impactos sobre el medio ambiente que pueden generar situaciones de preocupación social por parte de ciertos grupos de interés, incluso derivando en un estado de oposición a los proyectos a ejecutar. Los principales impactos que pueden generar conflictos sociales son:
– Pérdida o cambio en la composición de recursos pesqueros y afectación de la producción, como consecuencia de la modificación en la fisicoquímica (cloración y aumento de temperatura, intrusión salina y/o contaminación por hidrocarburos y metales pesados) y la dinámica lagunar (patrones de azolve y desazolve).
-Derrames y contaminación por hidrocarburos y otros químicos en el Vaso, como consecuencia de la circulación de los buques por los canales de navegación.
– Pérdida de los beneficios que conlleva el ecosistema de base y de soporte por la deforestación del manglar como consecuencia del desarrollo de proyectos logísticos y energéticos que requieren de frente de agua.”
De todo lo anterior se concluye que, de consumarse este proyecto, habrían daños a la salud de la población manzanillense, desequilibrio ecológico y deterioro de los recursos naturales de la región; contraviniendo las disposiciones de diversos Instrumentos Internacionales, la Legislación Federal, Estatal y Municipal. Es por ello que consideramos, basados en experiencias y promesas anteriores, que es prioritario trabajar por la solución de las problemáticas y conflictos actuales, optando más por la modernización y optimización de la infraestructura portuaria ya existente, a la par de la incorporación y fortalecimiento de alternativas de desarrollo, tales como el turismo ecológico basado en la conservación y restauración de la biodiversidad, la soberanía alimentaria y la promoción de fuentes limpias y sustentables de energía. Claramente, en su forma actual, el proyecto “Ampliación del Puerto de Manzanillo Vaso II Laguna de Cuyutlán” no se corresponde con el tipo de políticas públicas ambientales que requieren los nuevos tiempos.
Los efectos del cambio climático, la pérdida acelerada de biodiversidad y la crisis por la contaminación ambiental requieren acciones que contrarresten urgentemente sus efectos, y no que promuevan un ecocidio de tal magnitud como lo sería la “Ampliación del Puerto de Manzanillo en la Laguna de Cuyutlán”.
¡Por la defensa de nuestras Lagunas y Manglares!
¡Por la vida en el planeta!
#SalvemosLaLagunaDeCuyutlán
A T E N T A M E N T E
Acción por la Justicia, A.C.
Colectivo AXM Amigos por Manzanillo
Colectivo Empoderamiento Climático
Colectivo Tarántula Elementos
Ciencia para el Pueblo – México
Cuyutlán Casa Amiga, A.C
Paseo de Las Brisas, A.C.
Red de Defensores Ambientales
Red Manglares de Colima
Vigilemos Manzanillo, A.C.
Voluntad Organizada, A.C.
Referencias
(1) Análisis costo-beneficio de la Ampliación del Puerto de Manzanillo en el Vaso II de la Laguna de Cuyutlán. Administración Portuaria Integral de Manzanillo, S.A. de C.V., Secretaría de Comunicaciones y Transportes. Obtenida el 27 de septiembre de 2019.
(3) Feller, I. C., Lovelock, C. E., Berger, U., McKee, K. L., Joye, S. B., & Ball, M. C. (2010). Biocomplexity in Mangrove Ecosystems. Annual Review of Marine Science, 2(1), 395–417.
(4) Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente; Ley General de Vida Silvestre; Ley General de Cambio Climático; Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable; NOM-059-SEMARNAT-2010; NOM-022-SEMARNAT-2003; Acuerdo de París, Agenda 2030.
(5) Aburto-Oropeza, O., Ezcurra, E., Danemann, G., Valdez, V., Murray, J., y Sala, E. (2008). Mangroves in the Gulf of California increase fishery yields. Proceedings of the National Academy of Sciences, 105(30), 10456–10459.
(6) Silva-Bátiz, F. A., S. Hernández-Vázquez, A. J. Nené-Preciado y A. D. Vázquez-Lule. 2009. Caracterización del sitio de manglar Laguna de Cuyutlán, en Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO). Sitios de manglar con relevancia biológica y con necesidades de rehabilitación ecológica. CONABIO, México, D.F.
(7) Diario Oficial de la Federación, Norma Oficial Mexicana NOM-059- SEMARNAT-2010
(8) Mellink, E. y M. Riojas-López. 2009. Waterbirds and human related threats to their conservation in Laguna Cuyutlán, Colima, México. Revista de Biología Tropical 57(1-2): 1-12.
(10) Universidad de Colima; Facultad de Ingeniería Civil y Universidad Autónoma del Estado de Morelos. 2008. Programa Estatal de Ordenamiento Ecológico y Territorial del Estado de Colima. Consultado en: http://www.sedur-ecologia.col.gob.mx/secciones/agenda.htm. Accesado el 6 de noviembre de 2009
(11) Senner, S. E., B. A. Andres y H. R. Gates (Eds.). 2017. Estrategia de Conservación de las Aves Playeras de la Ruta del Pacífico de las Américas. National Audubon Society, Nueva York, Nueva York, EE. UU. Disponible en: http://www.shorebirdplan.org.
(12) Gobierno del Estado de Colima. 2007. Decreto por el que se reforma el programa regional de Ordenamiento Ecológico Territorial de la Subcuenca Laguna de Cuyutlán.
(13) Torres, J., y Quintanilla-Montoya, A. L. 2014. Alteraciones antrópicas: historia de la Laguna de Cuyutlán, Colima. Investigación Ambiental, Ciencia y Política Pública, 6(1), 29–42.
(14) Jiménez-Ramón, G.A., A.J. Mendoza-Morales, J.C. Chávez-Comparán, R.M.Guzmán-Barrera y B. Lara-Chávez. 2016. Descripción de los ecosistemas en la zona costera. En: La Biodiversidad en Colima. Estudio de Estado. México, pp. 139-170.
(18) Consultoría técnica S. C. 2004. Manifestación de Impacto Ambiental, Modalidad regional. Puerto de Manzanillo, programa maestro de desarrollo 2000-2010.
Conversatorio internacional en el que Ivette Perfecto, John Vandermeer y Kristel Sánchez nos hablan sobre la historia de Science for the People; su situación y apuestas actuales; la experiencia del grupo en Ann Arbor, Michigan; así como la apuesta de construcción en Nicaragua y Puerto Rico.
Complementamos con algunos aspectos sobre la experiencia de construcción de Ciencia para el Pueblo en México, con miras a la articulación nacional e internacional de este instrumento de lucha.